Químico farmacéutico explica que pierden su efectividad si sobrepasan el plazo indicado en el envase.
Tener un botiquín en la casa es muy buena idea, pero a veces los medicamentos no se usan por largo tiempo. Por ello, hay que fijarse en que no estén vencidos o en mal estado.
Así lo advierte el químico farmacéutico (QF) de la Universidad de Chile y vicepresidente de la Asociación Industrial de Laboratorios Farmacéuticos (Asilfa), Elmer Torres Cortés.
Según informa, la fecha de expiración, vencimiento o caducidad de un medicamento es aquella indicada por el mes y año calendario conforme a lo aprobado en el respectivo registro sanitario, tras los estudios de estabilidad que demuestran el período de eficacia. En nuestro país las normas son establecidas por el Instituto de Salud Pública (ISP), organismo dependiente del Ministerio de Salud.
Dice que aunque la ciencia ya se ha referido al tema en distintas ocasiones, en la población mundial aún persisten dudas respecto a cuán eficaz o no puede ser un medicamento que ya superó su fecha de expiración.
La Encuesta Nacional de Medicamentos, realizada en 2017, reveló que el 58% de las personas consume a lo menos un medicamento al día. El grupo lo lideran las mujeres (68%).
El QF aclara que la duración de un medicamento asegura la mantención de las propiedades físicas, químicas y terapéuticas inalteradas respecto de las iniciales. Por ello, para su garantía, los laboratorios realizan múltiples estudios y estrictos programas de estabilidad.
Esto se hace desde la etapa de desarrollo y durante todo el tiempo que estos se mantengan en su portafolio.
Recomienda no consumir fármacos que hayan sobrepasado la fecha de vencimiento indicada. Esta información, basada en estudios científicos, indica hasta cuándo un medicamento se mantiene inalterado, si es almacenado en las condiciones señaladas en su envase.
Sin eficacia
Advierte que, de consumir un remedio vencido, el principal defecto que se presentaría es la falta de eficacia, que de por sí tendrá consecuencias dañinas al no ocasionar lo que se necesita en el paciente. En otros casos, poco frecuentes, pueden generarse incluso productos de degradación que potencialmente serían perjudiciales.
Según el profesional de Asilfa, dentro de los factores que inciden en la estabilidad de un medicamento están las condiciones ambientales de almacenamiento, como la temperatura, la humedad y la luz.
Asimismo se toman en cuenta las características propias de los principios activos y su interacción con los excipientes que componen el producto.
Por esta razón es clave siempre informarse, estar atentos previo al consumo de un medicamento guardado en la casa y consultar al médico o QF en caso de que se requiera.
Fuente: El Mercurio, Viernes 26 de agosto de 2022
