Opinión- Cartas – Diario Financiero
Señora Directora: La Ley de Fármacos II tendrá ribetes inesperados no sólo en los pacientes, sino que generará un escenario de alto riesgo para el futuro de la industria farmacéutica y las inversiones en Chile. Si bien, la instancia legislativa que busca mejorar el acceso a los medicamentos es un punto a favor, existen indicaciones que se alejan del espíritu de la ley, dada la alta concentración y abuso de posición dominante de las cadenas de farmacias que, a través de sus marcas propias, controlan la venta al público.
La prescripción exclusiva por DCI, además de poner en jaque la libertad del médico y dejar en manos de las farmacias la decisión de prescripción, atenta contra el derecho de propiedad intelectual de una marca, pudiendo generar efectos indeseados sobre las inversiones extranjeras, además de abrir un escenario probable de incumplimiento de tratados sobre promoción y protección de las inversiones.
Hay que considerar, además, la gran pérdida económica que esta indicación traería para el sector farmacéutico local, que destinó sumas millonarias en estudios de bioequivalencia para sus productos de marca (US$ 100 mil por medicamento). ¿Quién responde por dichas inversiones?
ELMER TORRES VICEPRESIDENTE EJECUTIVO ASOCIACIÓN INDUSTRIAL DE LABORATORIOS FARMACÉUTICOS (Asilfa)
