Debido a que en Chile no se cuenta con una verificación de las plantas de fármacos en el extranjero, La Asociación de Laboratorios Farmacéuticos (Asilfa), advirtió recientemente sobre los riesgos de la importación de medicamentos de bajo costo.
El vicepresidente de Asilfa, Patricio Huenchuñir, explicó que en los centros de manufactura local se deben cumplir con elevados estándares de calidad según protocolos internacionales.
“Aquí tendemos a quedarnos en el factor precio, pero no estamos viendo la calidad y la seguridad del paciente. En estos mercados la producción no siempre es del más alto nivel sanitario, por lo cual como país deberíamos certificar de forma efectiva lo que importamos. El Instituto de Salud Pública no fiscaliza a las plantas ubicadas fuera del país, y no sabemos lo que pasa en regiones del mundo con baja vigilancia sanitaria”, sostuvo.
Los riesgos de esta situación llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a emitir un llamado de advertencia por los medicamentos de calidad subestándar y falsificados, tras una serie de casos de contaminación en jarabes pediátricos en Gambia, Indonesia y Uzbekistán.
Desde Asilfa acusan que la autoridad sanitaria chilena controla y fiscaliza todas las plantas farmacéuticas del país, pero no las que están en el extranjero y que están importando medicamentos a Chile. Una medida que sí realizan otros países de la región, quienes envían especialistas para verificar en terreno el cumplimiento de las buenas prácticas.
“Para que en Chile todos los medicamentos sean de calidad, seguridad y eficacia comprobada, se deberían fiscalizar las plantas productoras que están fuera del país, de acuerdo con lo establecido en la normativa sanitaria vigente (…). Para ello, el ISP debería implementar un programa y cronograma de auditorías a los laboratorios productores radicados en el extranjero, de acuerdo a una matriz de riesgo, para asegurar la calidad de todos los medicamentos en Chile”, comentó Huenchuñir.
El vicepresidente de Asilfa señaló que se deben realizar inversiones en la construcción y mantenimiento para garantizar buenas prácticas de manufactura, lo que incluye el diseño de la planta, la calificación de los equipos, entrenamiento del personal y la validación de todos los procesos.
“Tienen como finalidad que los laboratorios elaboren productos que garanticen el cumplimiento de sus características de calidad y desempeño de lote a lote. Hay muchas variantes que pueden afectar la efectividad de un producto”, expresó.
Fuente: La Tercera, 4 de septiembre de 2024.