por Asilfa
El Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), entregó a la Fiscalía Nacional Económica (FNE) un estudio realizado en enero sobre el mercado de fármacos, que detectó importantes variaciones de precio entre los llamados “pares bioequivalentes”. Se trata de remedios registrados por un mismo laboratorio, destinados a igual tratamiento, con dosis y compromidos símiles -es decir, intercambiables entre si- y que, pese a ello, se venden a distinto valor dependiendo de su presentación: con nombre genérico o marca de fantasía.
Sernac contabilizó 85 pares de bioequivalentes, genéricos y de marca, del mismo titular, pero con distinto nombre comercial. De ellos, comparó 44, a partir de los precios con que se venden en farmacias. Así, se hallaron amplias diferencias: “por el precio del bioequivalente de marca, un consumidor podría comprar casi 15 cajas del medicamento genérico más barato”, afirma el estudio.
Así ocurrió con el remedio para tratar úlceras gástricas, cuyo principio activo es Omeprazol. Para éste, Laboratorio Chile S.A ofrece dos presentaciones -en cápsulas de 20 mg y 30 comprimidos- una con el nombre genérico, Omeprazol, a $ 850, y la otra, con la marca Zomepral, a $ 12.590. Es decir, una diferencia de $ 11.740 o del 1.381% (ver tabla).
“Detectamos diferencias sustanciales de precio entre bioequivalentes genéricos y de marca, destinados al mismo tratamiento, con el mismo principio activo, la misma dosis y número de comprimidos, que cuentan con estudio de bioequivalencia y están registrados bajo un mismo laboratorio”, dijo el director de Sernac, Ernesto Muñoz, quien agregó que “le estamos avisando a la gente que prefiera el bioequivalente más barato y no se confunda con el bioequivalente de marca, que debería tener los mismo efectos que el más barato”.
Sernac informó que, considerando la relevancia del estudio, lo remitió formalmente a la FNE la semana pasada, teniendo en cuenta, además, que la entidad está trabajando el tema.“Esto es prioritario para nosotros porque tenemos altas asimetrías y la FNE nos ha dicho que hay brechas en cuanto a la estructura del mercado, que pueden ir no sólo contra la libre competencia, sino tambien contra los consumidores, y donde nos ha costado mucho modificar prácticas contrarias a éstos, como la información de precios”, planteó Muñoz.
Agregó que esto se enmarca, además, en la coordinación permanente con la entidad. “Buscamos transparentar el mercado y por eso ponemos en conocimiento a la Fiscalía Económica. Ellos están mirando desde el punto de vista de la libre competencia y si permite o no el desempeño de un mercado eficiente”, dijo Muñoz.
Marco legal
Pamela Milla, directora (s) del Instituto de Salud Pública, explicó que no hay impedimento para que un laboratorio tenga dos remedios bioequivalentes de igual principio activo y fórmula, pero uno genérico y otro de marca, con distintos precios pues, dijo, se trata de una estrategia comercial. “Puede que el contenido sea exactamente el mismo, pero si tu empacas distinto o pones otra caja, vas a hacer un producto diferente y nosotros no lo podemos tipificar como que es el mismo, porque legalmente ya es otro producto”, dijo.
El ministro (s), Jaime Burrows, planteó que “lo que demostró el Sernac es que son los mismos productos vendidos con nombre y precios distintos. Desde el punto de vista sanitario, no tiene efecto en la salud de las personas, por lo que no cabe dentro de lo que podamos limitar”. Añadió que, sin embargo, “podrían haber herramientas legales, y el mecanismo para hacer el siguiente paso es que la Físcalia Nacional Económica tome estos elementos y se haga un juicio respecto de si hay prácticas contra la libre competencia”.
Desde la Cámara de Innovación Farmacéutica, que reúne a laboratorios internacionales, referentes de los productos bioequivalentes, Jean-Jacques Duhart sostuvo que lo ocurrido se debe una ambiguedad de la norma. “Lo importante al promover la bioequivalencia es dar un atributo de seguridad, eficacia y calidad a los fármacos genéricos. Si no está bien focalizada, ocurre esto, el surgimiento de bioequivalentes de marca, que es una distorsión del mercado, porque no se justifica que un laboratorio, para un mismo producto y un mismo canal de venta, diferencie precios”.
Jaime Mañalich, director del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la U. San Sebastián, planteó que es positivo que la información se entregue a la FNE, pero que “es como dar un diazepan para que la opinión pública se quede tranquila frente a lo que está pasando con los precios de los fármacos, pero no va a producir un efecto inmediato”. Los laboratorios Chile, Andrómaco y Mintlab fueron consultados sobre el tema, pero declinaron hacer declaraciones.
Fuente: La Tercera