Investigadores y científicos de primer nivel y un sistema sanitario bien constituido son algunas de las principales ventajas que tiene el país para volver a producir futuras vacunas.
LA TERCERA – Durante varias décadas en Chile se produjeron diferentes tipos de sueros y vacunas para inmunizar a la población frente a distintas enfermedades. En ese sentido, la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 y la urgente campaña de inoculación para este virus, ha llevado tanto a las sociedades científicas, universidades y laboratorios, a tratar de recuperar el liderazgo en la producción de vacunas, y aplacar la dependencia respecto a le necesidad de adquirirlas en otros países.
Por ello, la Universidad de Chile junto a la Asociación Industrial de Laboratorios Farmacéuticos, (Asilfa), firmaron un acuerdo, por tres años, el que permitirá desarrollar vacunas y productos biológicos a nivel local, lo que va de la mano del anhelo del plantel público, de contar con un Centro de Producción de Vacunas, cuya construcción tendría lugar en el Parque Académico Laguna Carén.
En esa línea, desde la industria farmacéutica indican que se debe considerar y desarrollar un plan que permita producir vacunas y productos biotecnológicos para resolver la aparición de nuevas enfermedades. “Chile tiene investigadores de primer nivel en los centros científicos y universitarios, un eje sanitario riguroso y eficiente, además de un trabajo productivo que aporta con gran impacto a la economía local”, indican desde la asociación.
A su vez, dentro de las ventajas por las que Chile debe ingresar al mundo de la biotecnología, en el gremio sostienen que es contar con una Agencia nivel IV de la OPS en el Instituto de Salud Pública, algo que muy pocos países de la región tienen y que garantiza que lo producido tiene los mismos estándares de calidad como las agencias internacionales, FDA y EMA; como también el hecho de tener una industria farmacéutica que cumple todas las normas y estándares.
“Hoy tenemos que volver a potenciar nuestra economía y lograr que los medicamentos puedan ser un producto exportable para contribuir al desarrollo del país. Perfectamente podríamos potenciar estos productos a través de ProChile, por ejemplo. Hoy más que nunca, el Estado debe generar incentivos para que se invierta lo más pronto posible en el desarrollo de una industria estratégica, respetando de manera simultánea las reglas y tratados internacionales en la OMC y acuerdos ADPIC”, sostienen en Asilfa.
Algunos avances
En los próximos dos meses, científicos e investigadores chilenos convocados por la Pontificia Universidad Católica, el Instituto Milenio de Inmunología (IMII) y el Consorcio Tecnológico en Biomedicina Clínico Molecular, trabajarán en el desarrollo de una vacuna candidata para el COVI D-19. “Pensamos que desde la ciencia chilena podemos aportar con una solución segura y concreta contra esta enfermedad que se está convirtiendo en una pandemia infecciosa”, asegura el Dr. Alexis Kalergis, director del IMII.
En tanto, hace algunas semanas un estudio de científicos alemanes indicó que algunas de las vacunas contra el Coronavirus que ya están siendo utilizadas a nivel global, podrían posibilitar un nuevo tratamiento para la esclerosos múltiple. El Dr. Rodrigo Naves, académico del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, explica que este tratamiento se basa en la generación de un ácido ribonucleico (ARN) mensajero, material genético que lleva el mensaje de un gen para producir una proteína. “En el caso de la vacuna para COVID-19, el ARN mensajero lleva la información codificada para fabricar la proteína Spike del Coronavirus. En cambio, para esclerosis múltiple se usa un diferente ARN mensajero que codifica para una proteína que actúa como inductora de la enfermedad en un modelo experimental o preclínico, conocido como Encefalomielitis Autoinmune Experimental (EAE)”, explica el profesor.
“Pensamos que desde la ciencia chilena podemos aportar con una solución segura y concreta contra esta pandemia que tanto ha afectado a Chile y el mundo”. Dr. Alexis Kalergis, director del IMII.
Fuente: La Tercera, Domingo 4 de abril del 2021
