Un medicamento biosimilar, según la Agencia de Medicamentos Europea (EMA), es un medicamento biológico que se desarrolla para que sea similar a un medicamento biotecnológico ya comercializado (medicamento biológico de referencia o innovador) y cuya patente ha caducado.
Elmer Torres, vicepresidente ejecutivo de la Asociación Industrial de Laboratorios Farmacéuticos A.G. (ASILFA), explica que el principio activo de un biosimilar y el de su medicamento de referencia es la misma sustancia biológica. “Se obtienen a partir de organismos vivos y son aprobados una vez que demuestran su similitud en calidad, eficacia y seguridad con el medicamento de referencia. La autorización de los biosimilares está sujeta a las mismas normas de calidad farmacéutica que se aplica a todos los demás medicamentos biológicos”.
Agrega que no se deben confundir con los genéricos que se obtienen en el laboratorio de forma sintética mediante una reacción química exacta a la original. “Por ejemplo, la insulina es un medicamento biosimilar, solo se puede obtener a partir de células vivas cultivadas específicamente para ello”, aclara el ejecutivo.
Entre un 20% y 30% Más Baratos
Los medicamentos biosimilares son menos costosos que el medicamento biológico original. En los últimos años han permitido el desarrollo de medicamentos de calidad a un valor más competitivo. “Pueden llegar a costar entre un 20% y 30% más barato que los biológicos originales, con la misma eficacia y garantías de aquellos”, recalca el ejecutivo de ASILFA.
Actualmente los biosimilares se están utilizando para tratar enfermedades como la diabetes, hipotiroidismo, el cáncer de mamas, la leucemia, la artritis reumatoide, enfermedad de Crohn, psoriasis, entre otras enfermedades de alta complejidad y son una alternativa más asequible. No obstante, en Chile se debe seguir avanzando en su utilización. “Para esto es fundamental mejorar las políticas públicas y las coberturas en salud, que actualmente son insuficientes, así como incentivar su uso intensivo en las redes públicas”, señala Torres.
Estudios recientes han señalado que el área de la salud chilena pudo haber ahorrado $19 mil millones de pesos en el primer semestre si se hubiesen utilizado las alternativas biosimilares para satisfacer las necesidades de la salud primaria.
Fuente: Diario Estrategia, 21 de diciembre de 2022.