ASILFA demandó terminar con integración vertical entre laboratorios y cadenas de farmacias

El gremio, que agrupa a 9 laboratorios locales, expuso ante la Comisión de Salud que tramita la Ley de Fármacos II.

por Asilfa

Reponer la indicación original de terminar con la integración vertical entre laboratorios y farmacias, pues incentiva a que los dependientes de éstas ofrezcan medicamentos bioequivalentes de marca propia, demandó la Asociación Industrial de Laboratorios Farmacéuticos (Asilfa) ante la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados que tramita la Ley de Fármacos II.

En su exposición ante este organismo, la entidad gremial manifestó sus principales inquietudes frente al proyecto legal, enfatizando que la existencia de marcas propias de las cadenas distorsiona la libre competencia en el mercado y da más poder a las tres empresas que hoy concentran más del 90% de la distribución de medicamentos a nivel nacional.

“Hay diversos ejemplos de países, como Uruguay y Canadá, donde las marcas propias de registro de las farmacias se encuentran en su mayoría reguladas. En Chile, en cambio, el paciente queda a merced de un dependiente de la farmacia que cuenta con incentivos económicos (comisiones) para vender los productos propios de la cadena”, señaló el vicepresidente ejecutivo de la Asociación, Elmer Torres, destacando que hay un estudio en curso solicitado por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) sobre esta materia y otras que evitan una libre competencia.

En esta misma línea, el ejecutivo expresó la necesidad de regular para que no se permita que una farmacia tenga registros sanitarios de medicamentos de prescripción de su propiedad y/o que un laboratorio tenga farmacias.

Estructura del mercado
En su exposición, Asilfa enfatizó que la actual estructura del mercado chileno, con la coexistencia de medicamentos innovadores, similares y genéricos permite que nuestro país exhiba uno de los precios promedio más bajos de América Latina: US$ 6,38.

“En el caso de los genéricos, Chile posee productos con un promedio es de US$ 1,18, muy inferior al que se registra en Latinoamérica que es de US$ 4,7”, comentó Torres, citando como fuente datos de IQVIA (IMS-Quintiles Holding).

Añadió que los medicamentos similares existen hace más de 50 años en el país, contribuyendo a mantener el equilibrio en los precios. Además, relevó el hecho de que la industria nacional ha hecho importantes inversiones -cerca de US$ 100 millones- en los estudios de bioequivalencia, que son patrimonio de las marcas que comercializan las empresas.

“Esto nos posiciona a la vanguardia en América Latina, con más de 1.700 productos bioequivalentes. Además, contamos con altos estándares de calidad que nos permiten exportar a los países vecinos”, enfatizó.

Con respecto a las posiciones que buscan la “generización” del mercado, es decir eliminar los medicamentos similares o de marca y dejar sólo los genéricos e innovadores, Torres sostuvo que podría darse el escenario de un solo proveedor por tipo de producto y al existir esta condición, los consumidores quedarán en las manos de quien ostenta el monopolio para ese fármaco, pudiendo subir su precio con absoluta libertad.

En cuanto a los laboratorios que producen medicamentos similares, el ejecutivo indicó que para para estas empresas el valor de sus marcas no involucra sólo el producto, sino que su prestigio y diferenciación para que un profesional prescriptor lo identifique.

“Terminar con su marca comercial -complementó- es desconocer todo el esfuerzo y trabajo realizado por años para dejarlo en manos de las cadenas de farmacias que privilegiarán obviamente vender los genéricos de sus marcas propias”.

Afirmó que hoy no existe dificultad para que los consumidores accedan a la comprar de medicamentos genéricos, dando el dato que hoy la venta, en unidades, de estos productos alcanza al 34% del total.