La representante de los laboratorios nacionales dijo que el precio de los medicamentos es uno de los diversos problemas del sistema de salud.
El estudio que entregó el miércoles la Fiscalía Nacional Económica (FNE) sobre el mercado de los medicamentos, ha generado diversas reacciones en los actores del sector, y la Asociación Industrial de Laboratorios Farmacéuticos (Asilfa) no se quedó al margen.
El gremio está integrado por 13 laboratorios nacionales que comercializan del orden de 800 medicamentos genéricos, genéricos de marca y genéricos bioequivalentes, de un total de 3.500 que comercializan las cadenas de farmacias. En conjunto, poseen el 15% del mercado en valor.
Su presidenta, Marcela Sabaini, valoró el informe de la FNE, aunque sostuvo que la mirada debe ser integral hacia el sector salud y no solo desde el precio.
¿Cómo toman las recomendaciones de la FNE?
—Hay ciertas observaciones y conclusiones que nos interesa conocer más en detalle. Básicamente relacionadas a, por ejemplo, el 80% de productos que no tienen bioequivalencia, número que no coincide con la información que hemos registrado en conjunto con el ISP. Nos interesa saber de dónde nace ese número y por qué existe tanta diferencia con lo que nosotros estamos manejando.
Hay otras observaciones que son importante corregir, porque han generado una explosión mediática y están haciendo que la población en general esté sacando conclusiones equivocadas.
¿Por los US$200 millones en promoción de marcas?
—El estudio de la FNE, en ese aspecto, menciona que hay una inversión de promoción por parte de la industria, de la cual casi la mitad está referido a salario de la visita médica y el otro 50%, es súper claro de qué se compone: investigación, donaciones, becas educativas, patrocinio corporativo, y en ninguna parte se menciona que se paguen viajes al Caribe, por ejemplo. Por eso la invitación es que hay que tener responsabilidad en términos de lo que uno está diciendo.
¿No sería más sano transparentar esa relación?
—No tenemos ningún problema en transparentar esa información. Hay otros países de alta vigilancia donde se exige un sistema donde se pueda depositar toda esa información de lo que invierte la industria farmacéutica. Me llama la atención que el estudio de la FNE no incluye todo lo que se ha avanzado en los últimos 10 años en materia de regulación, de cumplimiento y de códigos de ética a los que la industria se ha sometido.
La FNE recomendó una reforma estructural. ¿Lo comparten?
—Como asociación siempre hemos aspirado a que haya una mejor escucha política con respecto a las medidas en términos de salud y que el enfoque no solamente sea en términos del costo del medicamento (…) Uno sabe que la población está dolida con respecto a esta necesidad de tener mejor acceso en términos de precio, pero no solamente bajando los precios a través de regular o de prescribir exclusivamente por DCI (Denominación Común Internacional), por ejemplo, van a solucionar el problema. Igual van a seguir las listas de espera, igual va a seguir la falta de cobertura en el sistema público, igual va a seguir la falta de cobertura en patologías complejas. Esto simplemente va a dar una pequeña solución a un problema que es mucho mayor.
Pero las medidas propuestas en algo aportan…
—Regular el canal de distribución es una buena iniciativa, pero no sé si esté de la mano correctamente con una medida como la descripción exclusiva por DCI. Si bien el estudio de la FNE concluye que la integración vertical no es un riesgo, en situaciones donde va a haber decisión exclusiva por parte del mesón, yo en realidad me plantearía esa conclusión nuevamente. Y el cómo se nivela la competitividad, cómo se maneja este mercado en términos de libre competencia, creo que son temas que también el estudio de la FNE quedó al debe. No hay una mayor profundidad de qué pasaría si se sacan las marcas, qué pasa con los tratados internacionales o qué pasaría en términos de la industria farmacéutica si esas medidas se implementan. Se podrían hacer muchas simulaciones de escenarios. Por eso si solamente la discusión va en el costo de los medicamentos, va a dejar de lado el 360° de la salud. Hay que mirar mucho más allá del costo de los medicamentos.
¿Hacia dónde?
—Aquí, por ejemplo, no se avanza en términos del costo de los medicamentos en las clínicas. ¿Alguien se preguntó por qué te cobran lo que te cobran en una clínica por un paracetamol? Es súper importante, porque es un costo y en la clase media, que es la que más se atiende en clínicas fuera del sistema público, nadie cuestiona el valor de los medicamentos. Todavía esta conversación tiene que profundizarse más. Lo que Asilfa pide es que en realidad las opiniones y las conclusiones sean fundamentadas, que no tomemos decisiones precipitadas que busquen mediar en el corto plazo alguna medida, pero que no son las soluciones de fondo que está buscando la gente. Hay mucho trabajo que hacer y la industria está en una mirada propositiva.